El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) ha publicado una guía para la vigilancia de especies nativas de mosquitos. Este manual supone un documento de obligada consulta para la correcta ejecución e implementación de los programas de seguimiento y vigilancia de mosquitos en cualquier territorio. En este sentido, se resalta el rol vectorial de diversas especies autóctonas o propias de nuestro entorno, en ocasiones a la sombra de otros vectores exóticos de carácter invasivo, y se destaca también la necesidad de, en los proyectos de monitorización que se deseen llevar a cabo, adaptarse de manera diferencial en función de la disparidad de comportamientos que pueden exhibir las diferentes especies.
Descarga la guía en:
http://www.ecdc.europa.eu/en/publications/Publications/surveillance-of%20native-mosquitoes%20-guidelines.pdf
Durante la última parte del siglo XX, el papel de los mosquitos como vectores de enfermedades de interés para la salud pública se consideraba generalmente limitado a las regiones tropicales. La desaparición y erradicación del dengue y la malaria en Europa en la década de 1950 condujo a un panorama europeo con una incidencia mínima o nula de enfermedades transmitidas por mosquitos. Sin embargo, al comienzo del siglo XXI, la situación es diferente. Un mundo cada vez más conectado por los viajes, el comercio y el turismo implica que Europa experimenta una transmisión regular de enfermedades transmitidas por mosquitos, una tendencia confirmada por los avances en la detección de patógenos. Actualmente se sabe que el virus del Nilo Occidental se transmite a los humanos por mosquitos autóctonos en varios países europeos y vecinos cada año (Figura 1). En los últimos años, Europa ha sido testigo del regreso de la malaria, la aparición y persistencia del virus Usutu, así como la transmisión continua del virus Sindbis, todos ellos transmitidos por mosquitos europeos autóctonos. En las fronteras de Europa, el virus de la fiebre del Valle del Rift está ampliando su área geográfica, y ya se encuentran varios vectores potenciales en Europa. Esto sin mencionar los riesgos que plantea la introducción y establecimiento de mosquitos invasores (muchos de los cuales podrían considerarse parte de nuestra fauna autóctona) y los brotes asociados de los virus del dengue y chikunguña. Los cambios recientes en la epidemiología de las enfermedades transmitidas por mosquitos en Europa no pueden ser ignorados, y los riesgos para la salud pública no deben subestimarse.
Este panorama cambiante de transmisión de patógenos coincide con cambios ambientales, incluyendo iniciativas a gran escala de modificación del paisaje, como la creación de humedales, proyectos de mitigación de inundaciones a gran escala, la mejora del drenaje urbano sostenible y la infraestructura de espacios verdes y azules. A esto se suman los cambios climáticos previstos, con un aumento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos (por ejemplo, inundaciones y sequías). Todos estos factores probablemente influirán no solo en los hábitats acuáticos de los mosquitos, sino también en la tasa de desarrollo de los mosquitos y la exposición humana.
Por lo tanto, las enfermedades transmitidas por vectores, incluidas las transmitidas por mosquitos autóctonos, deben ser una alta prioridad para las autoridades de salud pública y veterinaria en toda Europa. En algunos países, la vigilancia de mosquitos es limitada, y donde existe, las estrategias varían de un país a otro. Existe una clara necesidad de recopilar el conocimiento existente sobre la vigilancia de mosquitos autóctonos en Europa y proporcionar directrices, no solo para entomólogos, sino también para las autoridades de salud pública y veterinaria, a fin de garantizar que se realice una vigilancia adecuada, aprovechando al máximo los recursos económicos limitados.
El Programa de Enfermedades Emergentes y Transmitidas por Vectores del ECDC desarrolla evaluaciones oportunas y actualizadas sobre los riesgos que plantean las enfermedades transmitidas por vectores para los ciudadanos europeos y tiene como objetivo proporcionar herramientas e información precisa para apoyar la toma de decisiones en salud pública. En línea con estos objetivos, el ECDC identificó la necesidad de directrices sobre métodos de vigilancia personalizados que fomenten que los países europeos recopilen datos sobre especies de mosquitos vectores. Como primer paso, el ECDC produjo un documento de directrices para la vigilancia de especies de mosquitos invasores (2012), seguido por este documento sobre especies de mosquitos autóctonos. Ambos documentos siguen el mismo formato, asegurando una cobertura integral de las actividades de vigilancia en Europa y proporcionando información comparable y actualizada sobre vectores de mosquitos autóctonos e invasores. Este documento de directrices sobre la vigilancia de mosquitos autóctonos ofrece orientación técnica sobre cómo llevar a cabo la vigilancia durante las etapas previa a la enfermedad y de enfermedad (brote) y proporciona toda la información necesaria para elaborar evaluaciones de riesgo sobre enfermedades transmitidas por mosquitos.
Los países europeos están obligados a realizar evaluaciones rápidas de riesgo sobre infecciones emergentes, incluidas aquellas transmitidas por vectores, de forma iterativa. La capacidad para realizar estas evaluaciones rápidas de riesgo depende de la disponibilidad de datos, en este caso, datos sobre la diversidad, biología, ecología y fenología de los vectores. Como tales datos son difíciles de recopilar o no están actualizados, estas directrices demuestran cómo se pueden implementar estrategias de vigilancia para generar datos para evaluaciones rápidas de riesgo y cómo estas estrategias pueden ampliarse cuando los países pasan de la etapa previa a la enfermedad a la etapa de enfermedad. Dependiendo de la enfermedad transmitida por mosquitos que se trate, será necesario vigilar diferentes especies de mosquitos autóctonos. Estas directrices proporcionan detalles sobre el papel de cada especie como posibles vectores, las mejores técnicas de muestreo para la vigilancia de mosquitos en todas las etapas de vida, así como índices entomológicos cuantitativos para medir la densidad de mosquitos (y los parámetros ambientales) y el impacto de las medidas de control. Se detallan los costos de la vigilancia y las estrategias de evaluación adecuadas. Además, este documento ofrece orientación sobre la identificación de mosquitos, el cribado de patógenos y la gestión de datos.
Estas directrices están dirigidas a los responsables y formuladores de políticas en materia de salud pública, partes interesadas en la salud pública, profesionales involucrados en la implementación de la vigilancia de mosquitos y expertos en control de mosquitos. Los métodos presentados pueden ser aplicables a toda la región geográfica de Europa, incluidas las Regiones Ultraperiféricas de la UE, pero no a los Países y Territorios de Ultramar Asociados.


