En sectores como el alimentario, hotelero o de la salud, la presencia de plagas puede suponer sanciones económicas, cese de actividad y pérdida de confianza de los clientes
En un mundo donde la higiene y la seguridad sanitaria son prioritarias, contar con un servicio profesional de desratización y desinsectación se ha convertido en un aspecto imprescindible para las empresas privadas. Desde el sector industrial y la hostelería hasta oficinas y comercios, prevenir la presencia de plagas no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino también protege la salud de empleados, clientes y, en consecuencia, la reputación de cualquier negocio.
¿Por qué es crucial el control de plagas en empresas privadas?
Las plagas de roedores e insectos representan una amenaza constante para las instalaciones privadas. No solo generan problemas de insalubridad y daños materiales, sino que también pueden suponer un riesgo para la salud pública debido a la transmisión de enfermedades. En sectores como el alimentario, hotelero o de la salud, la presencia de plagas puede derivar en sanciones económicas, cese de actividad y pérdida de confianza por parte de los clientes.
Los roedores, por ejemplo, son portadores de enfermedades como la leptospirosis, hantavirus o salmonelosis, y pueden causar daños irreparables en las instalaciones al roer cables, tuberías y estructuras. Por otro lado, los insectos como cucarachas, hormigas y chinches no solo afectan al confort y la imagen de una empresa, sino que también contaminan los espacios, alimentos y equipos.
Es por esto que la prevención y el control regular de plagas deben formar parte de las políticas de mantenimiento de cualquier empresa privada, y no un recurso al que acudir únicamente cuando el problema ya es evidente.
Responsabilidades legales de las empresas
En España, la desratización y desinsectación están reguladas por diversas normativas que aseguran un entorno seguro y libre de plagas. El Reglamento (CE) 852/2004 obliga a las empresas alimentarias a garantizar la higiene y limpieza de sus instalaciones, implementando medidas preventivas contra las plagas. Por su parte, la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales exige a las empresas mantener un entorno laboral seguro, eliminando factores que puedan poner en peligro la salud de los empleados. Además, el Real Decreto 830/2010 establece los requisitos y competencias profesionales que deben cumplir las empresas que aplican tratamientos biocidas, garantizando procedimientos seguros y efectivos.
El cumplimiento de esta normativa no solo permite evitar sanciones económicas, sino que también consigue instalaciones seguras y saludables para empleados y clientes. Por ello, es indispensable contar con servicios certificados y profesionales, como los servicios de control de plagas para empresas que ofrece Lokímica, que garantizan eficacia y cumplimiento legal.
¿Cómo se realizan los tratamientos de desratización y desinsectación?
Los tratamientos de control de plagas se llevan a cabo mediante inspecciones detalladas, que permiten identificar la especie y localizar los focos de infestación. En el caso de la desratización, se aplican sistemas de control adaptados, como cebos rodenticidas y trampas mecánicas, seguidos de un mantenimiento y monitorización periódicos para asegurar que la plaga se mantenga bajo control. Por su parte, en la desinsectación, se emplean biocidas autorizados y seguros, junto con técnicas de nebulización y pulverización, que garantizan una cobertura completa, incluso en zonas de difícil acceso. Además, se implementan medidas preventivas, como la instalación de barreras físicas y el sellado de accesos, evitando así la reaparición de plagas. Estos procesos, realizados con tecnología avanzada y personal capacitado, aseguran un entorno seguro y libre de plagas.
Consideraciones específicas sobre roedores y mosquitos
Los roedores, como las ratas y ratones, constituyen una amenaza significativa para la salud pública y el mantenimiento de instalaciones. Tras situaciones de fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, su comportamiento puede cambiar, desplazándose hacia el interior de edificaciones en busca de refugio, alimento y agua. En estos casos, el diagnóstico inicial es crucial para identificar puntos de acceso y determinar el grado de infestación. El control efectivo de roedores requiere la aplicación de cebos rodenticidas certificados, trampas y medidas preventivas como el sellado de huecos y la retirada de residuos que puedan servir de alimento.
Por otro lado, la proliferación de mosquitos en zonas afectadas por lluvias intensas o inundaciones es un problema creciente. Tras eventos como la DANA, se crean criaderos temporales de agua estancada donde especies como Aedes albopictus (mosquito tigre), Culex pipiens (mosquito común), vector de contagio de empresas como el Virus del Nilo y Aedes caspius (mosquito de marisma) pueden desarrollarse. El control incluye la identificación y tratamiento de focos larvarios, la monitorización de adultos con trampas específicas y la aplicación de larvicidas como Bacillus thuringiensis israelensis (Bti), que es altamente eficaz y de bajo impacto ambiental.
En este sentido, Lokímica aplica metodologías integradas y sostenibles, cumpliendo con la normativa vigente y aplicando un elevado estándar de calidad en sus procesos para prevenir la proliferación de vectores y proteger la salud pública.