Las altas temperaturas favorecen su proliferación
La procesionaria y el cambio climático
Descubre cómo el cambio climático está favoreciendo la proliferación de la procesionaria del pino. Conoce sus efectos y cómo adaptarnos a esta nueva realidad.
El cambio climático está alterando significativamente los ciclos biológicos de muchas especies, y la procesionaria del pino no es la excepción. Las temperaturas más cálidas, el acortamiento de los inviernos y las alteraciones en los patrones de lluvias están favoreciendo la expansión de esta plaga forestal en nuevos territorios y durante más meses del año.
En esta página analizamos cómo el cambio climático influye en la actividad de la procesionaria, por qué aumenta su peligrosidad y qué podemos hacer para adaptarnos a esta nueva realidad.
¿Cómo afecta el cambio climático a la procesionaria?
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un lepidóptero que tradicionalmente completaba su ciclo vital en climas mediterráneos. Sin embargo, el calentamiento global está facilitando su expansión hacia zonas donde antes era incapaz de sobrevivir:
- Inviernos más suaves permiten la supervivencia de más larvas.
- Primaveras más tempranas adelantan su ciclo biológico.
- Aumento de la temperatura media facilita su presencia en zonas más elevadas y al norte.
Esto implica que la procesionaria ahora aparece en altitudes y latitudes donde antes no se registraba, y durante más meses al año, incrementando su capacidad de daño.
¿Qué consecuencias tiene esta expansión?
- Mayor presión sobre pinares y espacios verdes
Los árboles afectados tienen menos tiempo para recuperarse entre ciclos infestados. - Riesgo prolongado para la salud pública
El periodo en que las orugas liberan sus pelos urticantes se alarga, afectando a personas y animales durante más tiempo. - Dificultad para planificar controles efectivos
Las estrategias de control clásicas basadas en calendarios fijos deben adaptarse a una actividad más imprevisible.
Expansión observada en los últimos años
Estudios forestales han confirmado que en zonas del norte peninsular donde la procesionaria era prácticamente inexistente hace dos décadas, hoy ya se registran procesiones en febrero y marzo, debido al aumento de las temperaturas mínimas invernales.
Además, se ha detectado un incremento en el número de generaciones anuales en algunos puntos del levante y sur de España.
¿Qué se puede hacer ante este nuevo escenario?
En Lokímica adaptamos nuestras estrategias de control de plagas a las nuevas condiciones climáticas:
- Monitorización continua para ajustar el momento de actuación.
- Métodos sostenibles adaptados a la fase del ciclo biológico en curso.
- Coordinación con entidades públicas para cubrir nuevos focos de riesgo.
Puedes consultar más información general sobre nuestras intervenciones en nuestra página sobre la procesionaria.
La importancia de combinar prevención, seguimiento y adaptación
Controlar la procesionaria en un contexto de cambio climático implica cambiar la forma en que entendemos y planificamos la lucha contra esta plaga. Es necesario:
- Integrar soluciones biológicas, físicas y químicas.
- Trabajar en red con municipios, propietarios forestales y centros educativos.
Fomentar la conciencia ciudadana para identificar nidos y procesiones.
¿Por qué confiar en Lokímica?
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