La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcoy ha reforzado el uso de trampas y detectores frente al uso de pesticidas para controlar la aparición de insectos y roedores en los centros escolares y en los edificios municipales. Este nuevo protocolo, que se ha llevado a cabo durante el último año, persigue conseguir entornos más saludables con la reducción de la aplicación de productos químicos para prevenir o combatir las plagas. Una nueva medida que ya tiene resultados ya que, según han informado fuentes municipales, el descenso de estas sustancias «ha sido considerable».
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