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En Lokímica contamos con un equipo de profesionales para actuar de manera eficaz ante Enfermedades de Transmisión Vectorial (ETV) como las que pueden transmitir las garrapatas

Las conocemos popularmente como garrapatas, aunque este nombre reúne a toda una superfamilia de ácaros (Ixodoidea). Podemos distinguir entre dos grandes tipos de garrapatas: blandas y duras. En todas ellas hablamos de ectoparásitos hematófagos –requieren ingerir sangre para desarrollarse-. La mayoría de especies suele estar vinculada a zonas con vegetación y humedad elevada. También podemos encontrarlas alimentándose de otros animales.

Las garrapatas tienen sus meses de mayor incidencia entre mayo y octubre. Algunas especies pueden picar también en los meses de invierno. No obstante, estas son más minoritarias. La garrapata pica con el objetivo de obtener sangre para alimentarse y queda anclada a la piel. En el proceso de anclaje y succión, el insecto inocula con la saliva una sustancia con componentes anestésicos que hacen difícil percibir la picadura, que es casi indolora. Además, en ocasiones también puede provocar picores, enrojecimiento y una reacción localizada en la piel. Sólo en un pequeño porcentaje las picaduras de garrapatas producen complicaciones. Estas pueden ser enfermedades infecciosas, reacciones alérgicas y neurotoxicidad por garrapatas.

Prevención ante la picadura de la garrapata

Los principales consejos para evitar su picadura aluden a evitar las zonas donde suelen habitar. En este sentido, es recomendable transitar pos los caminos cuando estemos en el campo y no andar entre hierbas altas o arbustos. Asimismo, también debemos eludir sentarnos en zona con vegetación abundante. La indumentaria es otro factor al que debemos atender para librarnos de las garrapatas. Usar calzado cerrado y vestir ropa larga, y de color claro a ser posible, nos ayudará a impedir que puedan adherirse a nuestra piel y a detectarlas, en el caso que lo consigan.

¿Cómo detectamos su picadura?

Buena parte de las enfermedades transmitidas por garrapatas requieren de la exposición a las mismas durante algunas horas para que la persona se infecte. Así, es muy importante dar con ellas y retirar la garrapata de nuestro cuerpo cuanto antes. Debemos extraerla con unas pinzas de punta fina, intentando no aplastar el cuerpo. De esta manera podemos evitar que expulse su contenido. Una vez consigamos atraparla con las pinzas de la zona más cercana a nuestra piel, es el momento de tirar hacia arriba de forma suave. Cuando consigamos quitar la garrapata, toca limpiar con agua y jabón la zona. Para ello, podemos usar un antiséptico para higienizar de manera adecuada el punto de la picadura. En caso de presentar fiebre, erupciones cutáneas u otras dificultades debemos solicitar atención médica.

Enfermedades de Transmisión Vectorial

Como hemos visto, se trata de un artrópodo importante por el papel que juega como vector de enfermedades. Por esta razón, el adecuado control de la población de garrapatas es esencial para la ciudadanía. Como otras plagas urbanas, su presencia puede acarrear graves molestias, con consecuencias para la salud pública y el medio ambiente.

La mordedura de ciertas especies de garrapatas puede transmitir la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC), una Enfermedad de Transmisión Vectorial (ETV) emergente en nuestro país, o la Enfermedad de Lyme. La correcta gestión de los brotes por vectores es fundamental para evitar la propagación de estas enfermedades.

En Lokímica contamos con un equipo de profesionales dispuesto para dar soporte a la administración a través de un control rápido, eficaz y selectivo de los vectores que las transmiten. Nuestra plantilla es capaz de dar una respuesta ágil y tecnificada ante estas situaciones transcendentales para la Salud Pública. Este servicio constituye una de las prioridades de nuestra organización.

Con todo, es necesario destacar que en España el riesgo de infección es bajo.

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